jueves, 7 de febrero de 2008

Sweezy capítulo cuarto

Uno de los problemas que suelen aflorar en estos tiempos antiglobalizacion y antisistema es confundir la producción de mercancías con el sistema capitalista, y es que la producción simple de mercancías cada productor desarrolla sus propios medio de trabajo, mientras que en capitalismo propiedad y realización del trabajo son desarrolladas por individuos diferentes. Por lo tanto la fuerza del trabajo es la diferencia entre ambos sistemas.
Pero sigamos con las diferencias, mientras que en la producción simple el productor comienza el ciclo con unas determinadas mercancías para después canjearlas por dinero y así sucesivamente, en el sistema capitalista, el empresario capitalista tiene primariamente el dinero con el que compra las mercancías, que somete a un proceso de producción y luego las vende convirtiéndolas otra vez en más dinero del que tenía en un principio, y esto es a lo que llama Marx plusvalía, el incentivo de la producción. Unos de los puntos clave de todo este proceso, es el momento en el cual la fuerza de trabajo del obrero es “rentada” al empresario capitalista. Para ello Marx precisa que la formula del valor de esa mercancía se sabría por medio del tiempo de trabajo, con lo cual el valor de dicho trabajo es el valor del mantenimiento del trabajador.

Pero esta formula es totalmente errónea, estipula Marx, ya el obrero produce en un día mucho mas que los medios de subsidencia, con lo cual Marx divide la jornada laboral en trabajo necesario y trabajo excedente. El obrero será recompensado en este sistema por medio del salario, mientras el empresario/capitalista obtiene la plusvalía. El problema del capitalismo “abusa” de la obtención de plusvalía.
A su vez la misma plusvalía, o más bien su valor, va a poder ser descompuesta en tres partes:
Valor constante, o valor de los materiales o maquinadas usadas en el proceso de producción.
Capital variable, se representa por su propio valor y produce la plusvalía.
La plusvalía misma.

De todo esto vamos a poder observar que el valor total del proceso de producción equivale a las entradas brutas por las ventas, mientras que el capital constante va a consistir en el desembolso en materiales de mas depreciación, el capital variable será los sueldos y salarios para los empleados, y la plusvalía corresponderá al ingreso disponible para su distribución como interés y dividendos o para su posterior reinversion.
Esto hace que la tasa de la plusvalía sea la proporción de la plusvalía con respecto al capital variable, lo que Marx llamó hace siglos “la tasa de explotación en el capitalismo”. Podemos obtener la magnitud de la tasa de plusvalía viene determinada por tres factores, la duración del día de trabajo, la cantidad de mercancías que entran en el salario real y la productividad del trabajo, y esto se puede maximizar si se prolongara la jornada laboral, lo que Marx llama la producción de plusvalía absoluta, o del aumento de la productividad, sería el resultante de la producción de plusvalía relativa.
La tasa de la ganancia es la proporción de la plusvalía con respecto al desembolso total del capital. Los factores que determinan la tasa de ganancia son idénticos a los que determinan la tasa de plusvalía y la composición orgánica del capital.De todo esto podemos deducir que en un sistema capitalista como el actual, en el cual las composiciones orgánicas del capital son iguales en todas partes y, por lo tanto podemos dilucidar que la ley marxista del valor sigue con igual de vigencia que hace dos siglos.

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